Que algo cambie para que nada cambie

domingo, 21 de febrero de 2010

Gatopardismo

Por Eduardo Mariano Lualdi

Coordinador Nacional del Foro Patriótico y Popular

18 de febrero de 2010

Gran Bretaña avanza en su decisión de explorar para saquear las riquezas hidrocarburíferas en Malvinas. Por su parte el gobierno argentino anunció la prohibición de navegación a las islas usurpadas sin autorización del Ejecutivo argentino.

Los británicos, ora a través del delegado de la Reina en Malvinas ora su Embajada en Buenos Aires, rebelan que el gobierno argentino siempre estuvo al tanto de lo que ocurría y, agregamos nosotros, lo toleró. Los delegados británicos en Malvinas señalan que la supuesta prohibición de navegar a los archipiélagos sin “autorización” Argentina es inútil porque todo lo que necesitaban ya está allí hace meses y, por otra parte, no hay manera de concretar dicha medida. La embajada británica en Buenos Aires señaló a su vez en un comunicado oficial, que siempre fueron “transparente (sic) en este tema” con el gobierno argentino. La cínica sinceridad británica solo se equipara a la hipocresía del gobierno argentino.

Por ejemplo, sería una medida contundente prohibir los vuelos a Malvinas. ¿Cuál es el único país de Suramérica que tolera vuelos a Malvinas desde el continente? La Argentina: el país usurpado por el colonialismo inglés. Basta un anunció oficial para culminar con esta vergonzosa tolerancia frente al usurpador. Sin embargo, hábiles en el doble discurso, se toma una decisión de dudoso cumplimiento.

El gobierno afirma que hará una presentación en Cancún, en la reunión de países suramericanos. Sin embargo el Comité Jurídico Interamericano en su declaración de Río de Janeiro ya le dio hace muchos años a nuestro país razones y respaldo que nuestra dirigencia desechó desde el momento que firmó la rendición ante el agresor colonialista en 1989. La declaración de Río dice que la discusión con Gran Bretaña se reduce a saber cuándo y cómo el usurpador reintegrará a nuestro país los territorios usurpados. Es una Declaración que contradice la posición que adoptó la Argentina a partir de 1989, cuando nuestro país pasó a reconocer posibles derechos de soberanía al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte mediante los Acuerdos de Madrid, La Declaración de Río, como las Resoluciones de las Naciones Unidas N° 1524 y N° 2065 fueron logros argentinos ante las pretensiones colonialistas británicas: el Acuerdo de Madrid así como otros públicos y secretos, convenios, entendimientos, leyes de protección, etc., nos han colocado por detrás de aquellos logros. Todo esto sigue vigente por decisión del gobierno de los Drs. Kirchner.

El gobierno publicita que hará presentaciones en las Naciones Unidas. Hace largos años que distintos sectores venimos reclamando a la cancillería y ante la propia presidencia de la Nación, la restitución del tema Malvinas para su votación en la Asamblea General de las Naciones Unidas de donde fue retirado por el gobierno del Dr. Carlos Menem en 1989. Desde entonces, su tratamiento está reducido al Comité de Descolonización, un organismo menor de las Naciones Unidas que no tiene ninguna capacidad resolutiva. El kirchnerismo se negó siempre a devolver el tema Malvinas para su votación continuando con la política impuesta por el menemato.

La arrogancia colonialista de los británicos deja al desnudo el fracaso de una política de sumisión frente al imperialismo y el colonialismo. La de las relaciones carnales de Di Tella y su política de seducción con sus ositos winnie pooh, a la de las “relaciones sensatas” del kirchnerismo. Esta última, acorde a su estilo hipócrita y mentiroso utilizó temas y necesidades legítimas de la comunidad malvinera para hacer pasar su política de subordinación y entrega del patrimonio nacional. El gobierno no ha sido sorprendido por los acontecimientos: los conocía en sus detalles.

Debemos agregar la cuestión de la Defensa Nacional que pasa a considerarse frente a la usurpación británica y su avance en el usufructo de nuestros recursos naturales. ¿Cómo piensa ejecutar el control de viajes navales a Malvinas sin una Armada preparada y equipada para ello? ¿Con qué aviones va a patrullar la Argentina esos mares? A esta política de indefensión promovida por los gobiernos gerenciales cumpliendo el mandato de las potencias mundiales, se le suma la de transformar a nuestros hombres de armas y de fuerzas de fronteras en mercenarios a las órdenes de los poderosos del mundo en Haití y en otras misiones al exterior o dentro del propio territorio nacional. Ahí está a la vista la pueblada de Andalgalá, la que dejó al desnudo la verdadera política de este turno gerencial. Para defender una minería contaminante y saqueante como la de La Alumbrera y Agua Rica, el gobierno nacional usó la Gendarmería para moler a palos a los catamarqueños y garantizar el saqueo de las riquezas de los argentinos y la destrucción del medio ambiente.

La Gendarmería, que debería custodiar nuestras fronteras siguiendo el ejemplo de Güemes (¿alguien imagina al generalísimo de la independencia Don Miguel Martín de Güemes, reprimiendo a su pueblo que lucha por la defensa de los recursos naturales, la soberanía y la dignidad nacional?) reprime por orden del gobierno central a los pobladores de Andalgalá. En contraste, nuestras fronteras están abiertas al narcotráfico. Como dice el refrán popular: “como Pancho por su casa”, entra y sale la droga del país. Un país en el que operó durante varios años una aerolínea dedicada al transporte de cocaína: Souther winds. Nuestras fronteras han sido vendidas como parte de la destrucción del sistema de defensa nacional quebrado: FF.AA., industria de la defensa y tierras de frontera tres partes integrantes de ese sistema. Ahí tenemos a Joe Lewis y su aeropuerto. Y 17 millones de hectáreas enajenas a manos de distintas potencias.

El cinismo del colonialismo británico y la hipocresía del gobierno de la Dra. Fernández de Kirchner son las dos caras de la misma moneda: sumisión y entrega de la soberanía nacional.

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